Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de iniciar a los niños a la fotografía desde una edad temprana. Alexandre Fauve entró en contacto con la fotografía y se aficionó a ella en el instituto, donde había un laboratorio en blanco y negro. A continuación, se inscribió en el club de fotografía de su barrio y ya estaba en buen camino: "Entonces supe que ésta era la profesión que quería ejercer, así que no lo dudé y estudié fotografía en París" explica. Su abuela también fue una fuente de inspiración: modista de profesión, le recibía a menudo en su taller. De ella sacó su gusto por la moda y el diseño... influencias que hoy encontramos en sus fotografías. Utilizando la técnica, además del arte, opta por introducir animales salvajes en los interiores de las villas más lujosas para, según él, "explorar la relación entre la sociedad, la naturaleza y la moda" ¡Todo ello con, por supuesto, un toque de humor!