Jacques Tati, nacido Tatischeff, comenzó su carrera en los años 1930 como artista de music hall, viajando por escenarios internacionales de teatros, circos y cabarets, donde obtuvo gran éxito. Alternativamente actor, guionista o director, Tati se consolida entre los cineastas burlescos más originales e inventivos de su generación en sólo siete cortometrajes y seis largometrajes.