Originario de Liverpool, Peter siempre ha estado inmerso en la cultura rock. Mientras todo Liverpool escucha a los Beatles en la radio, Peter, bravucón, ya dirige su atención hacia la escena musical estadounidense. No sólo fotografía a los monstruos sagrados de la música como Marley, Keith Richards, James Brown o incluso Miles Davies. Se codean con ellos. Es este conocimiento del entorno, el inmenso respeto que siente por los músicos lo que le permite acercarse lo más posible a la realidad de la escena.