Con sólo treinta y seis años, el francés Guillaume Dutreix ya ha vivido varias vidas. Músico de éxito del grupo Teenage Bad Girl, lanzó dos álbumes de música electrónica y actuó en más de 200 conciertos en todo el mundo. Desde 2011, y tras haber seguido una formación técnica en Gobelins de París, decidió cambiar permanentemente sus sintetizadores por una cámara fotográfica. Hereda el talento de su abuelo, un fotógrafo aficionado que él mismo desarrollaba sus retratos. Gracias a las frecuentes visitas a los museos, el artista educa también su vista y aprende a componer sus encuadres, sus luces y sus puestas en escena con una preocupación por el equilibrio y el rigor extremos. Con más de 110.000 suscriptores en su cuenta de Instagram, Guillaume Dutreix se está labrando un lugar en el mundo de los adultos. Sus imágenes no se limitan al lienzo, han sido publicadas en revistas de arquitectura y expuestas en Francia y Bélgica.