De origen alemán, Klaus Tiedge fue, durante más de 20 años, una figura importante de la fotografía publicitaria. Su trabajo lo llevó por todo el mundo, desde India hasta Japón, Brasil y Estados Unidos, pero fue en Sudáfrica donde su corazón se desplomó y decidió "instalarse permanentemente". Para ejercer su profesión de fotógrafo, se trasladó en 2001 a Ciudad del Cabo, una radiante ciudad multicultural situada en la punta del país y que ha ido aprendiendo a reconstruirse desde el fin del apartheid. Klaus Tiedge decidió en 2008 dedicarse exclusivamente a la fotografía artística y dedicó su trabajo al continente africano, que aprecia por su riqueza cultural y autenticidad. Además de sus impresionantes imágenes de la vida salvaje, destaca por su sensible serie de retratos de los pueblos Himba y Zemba en Namibia, pero también por su colección de majestuosos baobabs. “Mi interés por África no ha disminuido con el tiempo, he