En el origen de esta colección, gigantescas imágenes retroiluminadas de Kodak, en el vestíbulo del Grand Central de Nueva York, cuya firma proclamaba, en aquel momento, su omnipotencia fotográfica. Utilizadas como espacio publicitario de 1950 a 1990 en la mítica estación de tren de Manhattan, las fotografías enlucidas eran transparencias con unas dimensiones excepcionales de 18 metros de ancho por 6 metros de alto. Inaudito en el mundo de la fotografía. A través de sus escenas espectaculares, casi surrealistas, estas tomas panorámicas se han convertido en herramientas de comunicación utilizadas para promocionar las películas y las cámaras de la marca. Auténtica telenovela de larga duración, Kodak Colorama Display ha sabido mostrar durante más de 40 años la historia de familias ideales y vidas ejemplares, sin contradicciones ni disputas, es decir, la expresión del sueño posguerra. , su lado más amable y universalmente adoptable.