Timothée cultiva un universo alegre y luminoso, donde el color y la nostalgia dialogan con un gusto definido por el diseño y la puesta en escena. Su decoración, concebida como un terreno de juego maximalista, celebra la generosidad de las formas, los materiales atrevidos y los objetos que cuentan una historia. La fotografía encuentra naturalmente su lugar: prolonga esta necesidad de evasión y de viaje a través de la imagen. Su selección de obras, inspirada en el Mediterráneo y la Costa Azul, mezcla playas californianas, luz veraniega y suavidad retro. Cada imagen evoca un recuerdo de vacaciones, una emoción solar, un instante suspendido entre el sueño y la realidad.
SU SELECCIÓN